¿Qué hacer con el islam? Domingo Garí

Cada vez que se produce un atentado en suelo europeo las televisiones y los diarios se llenan de los consabidos tópicos: “no todos los musulmanes son terroristas”, “esto es una minoría”, “los yihadistas son unos descerebrados” “estas personas se radicalizaron rápidamente”, “la convivencia con los musulmanes es buena en los barrios”, “el verdadero islam no es violento”, y un largo etcétera que no es necesario repetir aquí. A ello se suma un periodismo trufado de amarillismo sensacionalista, de explotación del morbo visual, que en la sociedad actual es demandado por importantes porcentajes de la audiencia.

La Caverna de Clavijo. María Nebot

Desde el año 2003 a lo que llevamos de 2017, 57 mujeres han sido asesinadas en Canarias por violencia machista, según cifras oficiales del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. En el ámbito estatal, la cifra asciende a 906 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas durante el mismo período de tiempo. Se contabilizan 34 asesinatos en lo que va de año, superando los registrados en los ocho primeros meses de los dos años anteriores.

Maricón sí, pero que no se note. Julio Concepción

El 28 de junio se celebra en todo el mundo el Día internacional del Orgullo LGBTI, un día de visibilidad para celebrar avances y para seguir reivindicando cotas que nos equiparen en igualdad legal y real a las personas Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales. Todavía queda mucho por hacer, muchos retos y desafíos para lograr la plena igualdad de colectivos vulnerables como el de las personas trans, que a día de hoy siguen viendo conculcados sus derechos más elementales a una vida digna, sufriendo acoso y discriminación ante la dictadura de género que impone un modelo binario y estereotipado de ser hombre o mujer.

Africano el que no bote. Domingo Garí

En los prolegómenos del partido de play-off entre el Getafe CF y el CD Tenerife para disputar el ascenso a primera división de fútbol, grupos de aficionados del equipo madrileño coreaban el cántico “africano el que no bote”, con el ánimo de molestar a los aficionados del Tenerife que se habían desplazado a Madrid para apoyar a su equipo.